Todos estos años como cantaor siempre estuve rodeado de grandes guitarristas y de buenas guitarras que despertaron en mí un amor especial por este instrumento.

Mi padre José Luís Rodríguez Vera, ebanista de profesión, me contagió el amor por la madera y estuve trabajando con él, en su taller de Almería durante 7 años, donde aprendí el oficio de ebanista; fue allí donde me enamoré de este noble material que es la madera y desde entonces nunca dejé de trabajar con ella.
Las guitarras eran la unión perfecta de mis dos grandes aficiones, la música y la ebanistería, así que empecé a estudiar y leer sobre este apasionante instrumento.
En una gira por EEUU, en la que venía de guitarrista el también guitarrero Arcadio Marín, comencé a hablar con él sobre conocimientos de guitarra y la forma de construcción tradicional de la misma y ahí fue donde decidí empezar mi andadura como guitarrero. Al volver a España, fabriqué mis moldes y empecé a darle forma a mis primeras guitarras, hasta que en 2014 abrí mi propio taller.
Tengo la sensación de llevar toda la vida ligado a este mundo del Cante, la Guitarra, la Madera y el Flamenco y son todos estos elementos los que utilizo cuando construyo mis guitarras. La sensibilidad a la hora de escoger y tratar la madera, el conocimiento del sonido flamenco y el buen trato de las herramientas, son mis mejores aliados a la hora de trabajar en mis guitarras.
Con el propósito de aportar lo mejor de mí mismo a mis clientes, dirijo mi taller, que se encuentra en Málaga, más concretamente en el Rincón de la Victoria, corazón de la Axarquía. Un lugar privilegiado que invita a conocer mi taller y mi trabajo.